Los fraudes de pago que están de moda en Latinoamérica en el 2019

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Oportunidades y retos

Latinoamérica está en auge pero las empresas han de saber aprovechar la oportunidad de forma inteligente. Pese al clima de inestabilidad política y la fluctuación económica, en el 2019 es la región en la que el MCommerce más crece del mundo, con un aumento del 36.3% de ventas a través de teléfono móvil, lo que supone un tercio de las ventas totales, un dato que ninguna empresa debería ignorar; mejorar la experiencia del usuario adaptando el diseño de su compañía a la pantalla de un teléfono móvil es clave en la estrategia de ventas. El MCommerce tiene un crecimiento especialmente notable en Chile, Colombia, Perú, México y Brasil y la buena noticia es que además se estima que este porcentaje siga en aumento, llegando a duplicarse en cuatro años. El eCommerce crecerá también un 21,3%, lo que se traduce en $71.34 billones de ventas (según eMarketer)

Si lo que nos interesa es ver la distribución geográfica de ventas, una tercera parte de las  ventas minoristas de la región corresponden a Brasil (un 34%), seguido de México (28.9%) y de Argentina (6.3%). Mercado Libre, B2W Digital y Walmart están a la cabeza como plataformas de venta.

Pero esta oportunidad de ingresos exponenciales va ligada a un mayor riesgo, ya que Latinoamérica es una de las regiones más fraudulentas del sector: de media, el 8% de las transacciones se cancelan por sospechas de fraude (lo que casi duplica el promedio europeo). El de México es un caso interesante, porque aunque será el país que más crecerá en la región (un 35.9%) es líder mundial de fraudes bancarios y según una reciente encuesta realizada este año el 77% de los mexicanos participantes afirmaba no comprar online por miedo a ser víctima del fraude. 

Según datos extraídos de un estudio realizado por Visa, en la actualidad los contracargos en Latinoamérica suponen una media del 1,7% de los pedidos y en México ascienden al 2,3%. De hecho, según Condusef (una institución pública nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros) solo durante el primer trimestre del 2019 ya se habían reclamado un millón 188 mil contracargos en México. Estos porcentajes ilustran bien el problema que hay que combatir en Latinoamérica, ya que los contracargos solo suponen  el 0.6% en US/Canada y el 0.8% en Europa. 

Para que Latinoamérica pueda competir y posicionarse a un mismo nivel que el mercado europeo, asiático o norteamericano, las empresas deben actualizar sus herramientas antifraude; es la única forma de tranquilizar a los compradores y garantizar los ingresos.  Una de las claves para entender el problema es que el 82% de los casos la revisión de pedidos se sigue haciendo manualmente, una técnica obsoleta en términos de tiempo y eficiencia, en comparación con las soluciones de procesamiento automático. Las revisiones manuales pueden tardar horas o incluso varios días, mientras que las soluciones de proceso automático tardan solo segundos.

Principales Fraudes en lo que va del 2019

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La seguridad en los pagos online es determinante para los compradores de toda Latinoamérica. Si algo caracteriza al mercado hispanohablante es el alto riesgo de fraude en las transacciones de eCommerce. Otras regiones, como Europa y Estados Unidos, disponen de sistemas muy avanzados de pago, pero dado que Latinoamérica va un poco más atrasada al respecto, está también más expuesta al fraude.

Aquí mostramos datos bastante reveladores que pueden ayudarle a entender mejor la situación. El 83% de los mexicanos y el 73% de los brasileños están especialmente preocupados por los robos de identidad (en comparación con solo el 51% de estadounidenses y el 55% de canadienses); al 78% de los mexicanos y el 77% de los brasileños les preocupa en segunda lugar, el fraude a través de tarjetas no autorizadas (en comparación con solo el 50% de estadounidenses y el 48% de canadienses); y el 77% de los mexicanos y el 73% of Brazilians tienen miedo del fraude con las tarjetas de crédito (en comparación con solo el 39% de estadounidenses y el 48% de canadienses).

En los primeros ocho meses del 2019, las estafas de pago en eCommerce se han llevado a cabo con técnicas mucho más sutiles, pero principalmente relacionadas con el robo de identidad. El fraude sin presencia de tarjeta es (CNP por sus siglas en inglés), sin duda, el más extendido en el mundo y continúa creciendo; hay un 81% más de posibilidades de que ocurra. Se estima que en el 2023 los comerciantes pierdan en torno a $130B de beneficios por este motivo, perjudicando gravemente a su negocio.

Las empresas protegen cada vez más sus cuentas para que los fraudes masivos de pago sean detectados y bloqueados, así que los estafadores han optado por robar pequeñas cantidades que pasan fácilmente desapercibidas al usuario, con el fin de pagar suscripciones (a Netflix, a Amazon Prime, a Xbox) o incluso transporte (uber, autobuses públicos…). El fenómeno se denomina “carding” y es posible gracias a los “bineros” o “hackers”, ciberdelincuentes que se encargan de robar los números de las tarjetas bancarias y venderlos luego en redes sociales o en la internet oscura.

Es algo que está ocurriendo de forma alarmante en Chile; en junio se filtraron datos de 41.593 tarjetas de crédito y débito, involucrando a 13 instituciones y previamente, en mayo, se clonaron 1.700 tarjetas de crédito de ocho entidades financieras.

Las formas de robo de datos son variadas, una de las que están en auge en Argentina es bastante directa y es muy común en plataformas como Mercado Libre: el usuario quiere vender un objeto o mueble online y, un estafador que se hace pasar por comprador le asegura que mandará una empresa a recoger el objeto y que le ingresará el pago a su cuenta bancaria. Es el propio usuario quién le suministra los datos de la cuenta y el que le envía una copia del recibo, donde aparecen todos sus datos bancarios. El fraude tiene lugar con la colaboración de la propia víctima. 

En Brasil, así como en España, el fraude de SIM swap o suplantación de SIM se ha puesto de moda, duplicando más de 5 mil tarjetas SIM, incluyendo las de políticos y celebridades. Este fraude consiste en que una vez que los estafadores consiguen los datos de la víctima, se hacen pasar por ella y llaman a su proveedor telefónico pidiendo un duplicado de la tarjeta, que es dada de alta en otro dispositivo; dado que el teléfono suele ser el segundo paso de verificación de una cuenta, los estafadores pueden cambiar la contraseña de sus cuenta de correo electrónico y redes sociales, interceptando muchos datos personales asociados. Mediante las fintech también pueden utilizar la tarjeta de crédito que se ha registrado en la aplicación y vaciar la cuenta de la víctima. Las estafas de fraude de la tarjeta SIM evidencian uno los muchos problemas relacionados con 3D Secure que lo convierten en un sistema ineficaz como herramienta antifraude.

Y por último, también prima la estafa mediante tarjetas de regalo, un movimiento que ya empezó en el 2018 y que sigue causando estragos.  Son una técnica socorrida de fraude en el caso de los falsos cupidos: potenciales amantes que conocen a la víctima en redes sociales y que con la promesa del amor les piden tarjetas de regalo, especialmente de iTunes y Amazon (incluso dinero para comprar billetes de avión con la excusa de conocerse en persona). El sistema de las tarjetas de regalo también ha estafado a muchos comercios; en España han estafado más de 9.000 euros a un florista mediante tarjetas de regalo Neosurf, utilizando cuentas bancarias usurpadas a terceros. 

Soluciones

Los objetivos principales para la empresa son tres: minimizar el riesgo, maximizar los ingresos y optimizar el porcentaje de autorización bancaria, todo ello evitando la fricción con el cliente. Las  empresas han de ser cautas pero eficientes con sus herramientas antifraude y no contentarse con cubrir uno o dos, sino exigir que su herramienta antifraude proponga una solución para los tres.

El gran reto para el empresario es encontrar el justo equilibrio entre lo que se rechaza y lo que se aprueba y tratar de ser lo más precisos posibles con la herramienta antifraude que se elija. 

Lo más notorio es que pese a los numerosos casos de fraude, el principal problema para las empresas latinoamericanas son las pérdidas debido a los falsos positivos (transacciones legítimas que son rechazadas por prevención), mucho mayores que por transacciones fraudulentas.  Según la encuesta MRC Global, las empresas latinoamericanas de eCommerce rechazan el 8% de sus transacciones por sospecha de fraude (mientras que el Sudeste Asiático, por poner un ejemplo, rechaza solo el 2,8%). 

La clave no solo está en la capacidad de distinguir entre una transacción correcta de una fraudulenta, sino también en la monitorización de las transacciones rechazadas para poder hacer un análisis eficiente de qué está pasando. El procesamiento automático mediante la inteligencia artificial permite que los modelos se vayan actualizando a partir de estas nuevas observaciones, adaptándose a las nuevas estrategias de los estafadores sin quedar obsoletos.